No sabría muy bien en qué género encasillar esta obra y, para mi, eso es algo muy bueno.
La isla de las musas de Verónica García Peña es una novela romántica, con tintes negros, incluso parecida a una de esas novelas de terror de Poe, góticas y con un punto de misterio envuelto en verdades ocultas a plena vista. Pues sí, Verónica García Peña no esconde la verdad en su novela, desde el principio podemos imaginarnos la verdad y, aun así, logra que lleguemos a cuestionarnosla.
No es una novela fácil de leer, la trama transcurre en la España del 36 y el lenguaje usado es también el de aquella época, con palabras que los menos avezados a la lectura, tendrán que buscar en el diccionario. Ese detalle, junto a la lentitud con la que se desarrollan los hechos es la cara y la cruz de esta obra, su luz y oscuridad, su magia. Si esta novela no hubiese sido escrita así, no tendría esta personalidad tan fuerte. Diría que en algunos puntos, me recuerda también a García Márquez.
Esta novela te irá atrapando cada vez más, llegando un momento en el que necesitas seguir leyendo para poder discernir que es locura, y que es realidad.